El mono sensiblero decide quedarse en la cueva, escuchando los sonidos grabados por otros monos como él, leyendo escritos de sus semejantes y respirando el mismo aire una y otra vez. Ya no le atrae el cambio de ambiente, charlar con simios que no sean como él (nadie, excepto el papel), salir de caza o pescar en el río. Prefiere reflexionar sobre el porqué de su gran cabeza, cubierta cada vez por menos pelo y más pelusa, adornada con un par de parásitos que no saben de dónde chupar. En fin, disfruta más viendo a sus compadres retozar en el campo desde la ventana en alto, o eso le gustaría creer. Lo cierto es que no sabe retozar, no puede, le echarían a patadas de ese edén de ignorantes. Se engaña a sí mismo, quiere creer que ellos son los que ignoran, que él es mejor que ellos, que los contempla desde las alturas. Pero mama naturaleza no perdona. Su espíritu se retuerce, como hacen los sanos músculos de sus compadres. Su espíritu está enfermo, no debiera contraerse y expandirse de esa manera. Debiera morir, pero su enfermedad le ayuda a engañar, aprovecharse de todos, de la fuerza honesta y humilde. Es una enfermedad contagiosa.
En la sombra de la cueva, el mono pinta un cuadro.
16 comentarios:
esta será mi prosa de cada noche, la voy a plastificar y pegar con saliva a la cabecera de la cama
Vaya!!!!!!!
Espero que no te lo haya chivado mi psicologo, pienso demandarle.....
Salu2sssss.....
Que interesante juego de espejos y de sombras un beso
La escritura sólo tiene una función, desrealizar. Gracias
¡Vaya! me entraron unas ganas locas de salir corriendo a la calle para que me de un poquito el sol que hoy ilumina el día :)
Sospecho que aquí hay mucha enjundia y volveré con más tiempo.
Gracias por enlazarme y mostrarme el camino de tu casa.
Un gusto tenerte en mi blog. Seguiremos como viajeros de ruta!!!!Un abrazo Roxana
En todos los mamíferos la carne es débil y el espíritu lo es más. La diferencia entre los simios y los hombres es que unos llevan reloj de pulsera.
Y como la falta de movimiento engendra más inactividad, llegará el día en que aunque intente moverse, no será capaz, anquilosado en su torre...Sublime.
Besos.
Es bueno saber que podemos ver mas allá, una reflexión a tono con los tiempos que vivimos, gracias por tu visita.
Besos
Sería bueno que dentro de ese edén de ignorantes nos encontráramos nosotros.
Gracias por tu comentario.
Estupendo!
Anda¡ pero si somos nosotros¡
Saludos, te descubrí... aquí estabas
!Esto es buenisimo!Gracias por este texto, es un abre cabezas.
Un beso
Mónica
buena pinta estos textos,ya les prestaré mas atención, que en estos dias no soy muy persona, gracias si te pasaste por el esper el jueves en lo de la sesión,
que no te ubico aún jeje
saludos y rock n roll
ah por cierto, no se si eres muy fan de loriga, ya que veo que le das bastante al boli..
pues doy un taller de literatura con él en esta próxima semana, en madrid, a ver q tal..
vaya, sólo falta que el mono pintara algo relacionado con el mito de la caverna de platón...no se por qué, los monos me han recordado a las sombras...
en fin, seguiré siguiendote! un saludo!
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