Tu que me arrastras a lo desconocido, que desnudas montañas, zarandeándolas hasta el éxtasis, dejándonos admirar su tierra exenta de vegetación; naturaleza, ese cruel vestigio de vida.
Desnuda mi cuerpo entero, desátalo de mentiras, desenfunda mis pies, apártalos de tanta tela absurda para que pueda contemplar su perfecctión, la belleza intrínseca que los azota de dentro. No te apiades, quiero sufrir contigo, no te quiero, felicidad, no quiero que me ahogues de placer. Tan solo acariciarlo por momentos, sin dejar que se tambalee, como hace el viento con las hojas de los árboles recios.
Desnuda entero mi cuerpo, que me deja en tierra sin más deseo que adorarlo, que rodearlo de vida, ahogarlo en vida, hacer de cada movimiento una delicada oda a la figura que pocos ven; porque la intuición es para fuertes, y el cansancio no me agota, porque si quisiera solo contemplar, me hundiria en lejanía, me dejaría llevar por tu soplo, felicidad, hasta que ya no me queden más nubes que admirar, más lejos del Sol, allí donde las escaleras no sirven de nada.
5 comentarios:
vas camino de Baudelaire, jaja. Saludos!
Intuición....
Para fuertes, y Valientes....
Muy Bueno....Salu2ssssss......
Me gustó mucho tu Prosa Poética. Muy buen contenido y muy impactante el cierre "allí donde las escaleras no sirven de nada" Abrazo
Me gustó mucho tu Prosa Poética. Su contenido. su impactante final "allí donde las escaleras no sirven de nada".Un abrazo
Diox, leer esto ha sido como volver a ver la estupenda película de El viento, de Victor Sjostrom.
He de decir que, por tanto, ha sido una gran sensación.
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