15 mar 2009

Cafeína




Esa mañana comprendí, mientras desayunaba un delicioso café, que la vida es lo que uno quiera hacer de ella.
Puedes quedarte con lo que te contenta, exento de enfermedades, una existencia insulsa y aburrida. Yo prefiero el riesgo. Tentar a la suerte y saber capearla en el último momento, sortear el mal de ojo mediante una sucesión de rápidas fintas, mientras camino jadeante entre la multitud que me abre paso en la calle, que es como un río caudaloso en curso alto, entre piedras afiladas y oficinas plagadas de nicotina y dedos temblorosos, acostumbrados al fuego y la ceniza que dejan a su paso. Suciedad por puro placer, por darle un gusto a la maldad; porque sin estos alicientes casi prefiero la monótona comodidad del ataúd, bien calentito. Caliente como el café que saboreo gustoso, dando pequeños tragos, disfrutando tanto o más que esos que pagan un dineral por cada copa de vino.
Pues bien, cada uno se amolda a lo que tiene lo mejor que puede. Yo prefiero amoldar mi rutina, amasarla bien, darle unos golpecitos para reblandecerla y poder hacer una escultura con ella, una Venus de Milo con cada día que se queda atrás. Voy colocándolos cuidadosamente uno encima de otro hasta tener la forma perfecta, sin que nadie se dé cuenta. La contemplo unos instantes. Suficiente. Ahora toca arrugarla hasta hacerla desaparecer, como una bola de papel que se hace cada vez más pequeña entre mis furiosas manos, hasta que ya solo quede un chispazo de vida que se esfuma.
Míralos bien, sentados en cómodos sillones, mientras les cuentan que un niño ha desaparecido. Muy en el fondo se sienten un poco mejor, ya no importa llegar a fin de mes, porque la vida es corta y ese no la pudo aprovechar, y aunque ellos no lo hayan hecho lo mejor que pudieron, son humanos, no son perfectos, y hay que disfrutar, vivir el día a día, y no supone nada para la familia comprar esa fantástica televisión de plasma, un recipiente más sofisticado donde esconder todos los buenos propósitos de año nuevo y dejarlos a buen recaudo hasta las navidades siguientes, todas las intenciones se verán mejor tras esa elegante máscara, en doce cómodos plazos, y, por qué no, esta noche la familia sale a cenar, porque nos lo podemos permitir, no como aquel niño de las noticias.

20 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Esto es prosa poética, que maravilla, delicioso café.

Ojalá se evaporará y cayera una gota en cada uno de los corazones.

Besos

Unknown dijo...

La vida es lo que queramos que sea, bellamente expresado lo has dejado, pero que es la realidad, solo aquello que nosotros, junto a todos construimos. El materialismo, el consumismo han conseguido manejar nuestras vidas, creer que uno es lo que logra comprar, en cuotas o no, somos el auto que manejamos, el traje que vestimos, los lugares donde vamos a cenar. No importa que le pueda pasar a los demás, cada uno es dueño de salir del poso, si no lo hacen, es porque no lo quieren, no hay peor error que ese, creer que uno es libre de hacer lo que quiere, como en la publicidad, somos los dueños de nuestro destino, pero estamos encerrados, y eso es así, el encierro es total, la confusión también.

Interesante reflexión.

Un saludo.

HologramaBlanco

roxana dijo...

Muy bueno, me encnatò, stamos uy sensibles por los post que leo y haciendo sitesis de lo importante de la vida, que son cosas simples y a veces las complicamos mucho, Sumar eso es bueno!!!! Que rico un cafe! lo hago todas las mañans mientras piesno el dìa y disfruto de mi buena soledad! Que no es lo mismo que estar sola, pues sola no estoy, pro si me gustan mis momentos de soledad!
Abrazo!
Buen domingo!!!!

Tom Hagen dijo...

...todas las intenciones se verán mejor tras esa elegante máscara, en doce cómodos plazos... . Está chulo tio.

Andrea dijo...

Yo también prefiero el riesgo, es mas estimulante. La vida es un toma y daca permanente. Me gusta como lo expresas. Un abrazo.

Toni dijo...

Me gusta lo que expresas, yo siento lo mismo.
Gracias por tu paso por mi espacio y tu comentario. Buen comienzo de semana, que las cosas aunque no gusten hay que campearlas por vete a saber que motivos.
Pero que se le va a hacer. Un saludo.

Laura Gómez Recas dijo...

:) La vida es esto: vivir. Y no se puede vivir, mirando de reojo la cuenta corriente o la suciedad del puño de la camisa. El riesgo es necesario y los que lo han asumido lo llevan escrito en la cara cuando la vejez llega a su piel. Esas arrugas de juventud en los ojos son las que dicen: yo he vivido y pienso seguir haciéndolo.

Fenomenal, como siempre, Migul.

Laura

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Algunos cafés deberían amargar.
Buena reflexión.

LAO dijo...

Tengo un hijo que usa siempre que quiere resaltar algo que le gusta, la expresión en forma enfática: "La vida misma" Eso me motivó a entrar a tu blog y opinar un poco: muy bueno lo del café, al cual, beberlo es un ritual único, irreemplazable. Me parece muy bien lo que decís de vivir el momento a pleno y con lo que se dispone y "porqué no ir hoy a comer afuera con la familia".Esas simples expresiones encierran la mas elemental de las filosofías de vida. De parte mía...¡muy bien! muchos saludos desde Argentina...

Cabeza de Hierro dijo...

Me recuerda a la utilización del café que se hace en Requiem por un sueño (la tengo fresca porque la hacemos esta semana en la radio).
No puedo decir mucho más, salvo que estoy muy de acuerdo con hacer de la vida algo un poco menos insulso por el poder de la propia voluntad. Criterios como el de vida sana siempre han significado poco para mí.

Anónimo dijo...

Vida sana, vida vacía. Saludos!

Anónimo dijo...

Muy bueno Miguel, como siempre.
Eso es lo que tiene la vida, dificultades, (aunque sin pasarse), sino no es vida y entonces prefiero también la caja calentita de madera.
Un abrazo.

Silvia Giordano dijo...

Migul, viejo amigo: en mi blog Belen de Escobar en prosa y Verso está el premio Letras Primaverales, que quiero compartir contigo.
www.belenprosayverso.blogspot.com
Sería un honor que fueras a retirarlo.
Saludos

Alicia Abatilli dijo...

La vida es como dices, puedes compararla con la manera de tomar el café, unos con leche, otros sin azúcar, otros dibujan obras de artes en la espuma, otros hacen de tomar el café un mero hábito, olvidan de saborearlo, como a la vida misma.
Abrazos, Miguel
Alicia

Allek dijo...

hermoso video..
como interesantes palabras..
un abrazo..

Diang Lugo dijo...

Fascinada estoy de tu reflexión tan llena de interés...

Así de agradable como el café..

Saludos...

Luisa Arellano dijo...

Saborearla es la mejor decisión y que cada uno lo haga como humanamente pueda, o le dejen.

A mí también me gustan las chispitas para cambiar la rutina, pero no dejo de reconocer que hay gente que es verdaderamente feliz sentada delante del televisor y sin romperse la cabeza.

Muy buena prosa, Migul.

roxana dijo...

paso por aca a dejarte un saludo y desearte feliz primavera y buen fin de semana CON UN BUEN CAFE!

Unknown dijo...

sí señor, así me gusta! esos que no aprecian el café no saben la de cosas que se pierden, así como desperdician, muchos de ellos, sus vidas! jojoo
y el anuncio es fantástico!

Milhaud dijo...

Grandes palabras, para grandes verdades.

Buen blog!